Donde creo que las vidrieras alcanzan su máximo esplendor, es en los templos religiosos, pues se une la mística de la religión con la contemplación, la meditación y la relajación, que proporciona la luz y el color que penetra a través de sus vidrios.Por eso desde siempre en los grandes templos de todos los estilos son un complemento imprescindible los grandes vitrales, ya sean de vidrieras emplomadas o de hormigón.
Aunque las vidrieras de hormigón se adaptan mucho mejor en las obras modernas, por la evolución de los materiales y la plasticidad que se puede conseguir, con la resistencia que proporcionan.
Estas son algunas de las obras religiosas que he realizado en colaboración con grandes artistas. 
